
El otoño es la estación perfecta para disfrutar del aire libre sin las exageradas temperaturas del verano y con el atractivo de la caída de las hojas. Una oportunidad ideal para sacar el máximo partido a los espacios abiertos de tu hogar y transformarlos en una zona exclusiva para pasar los tres meses antes de la llegada del invierno.
Diseña tu propio ambiente
Tener en casa una terraza, balcón o jardín es tener un tesoro. Las ventanas nunca consiguen un efecto completo de libertad, luz y aire fresco, por lo que disponer de un espacio exterior privado ofrece un sinfín de oportunidades para hacer planes dentro de casa.
Lo primero que debemos tener en cuenta, es el espacio útil del que disponemos y la forma en la que está distribuido. Dependiendo de si nuestro jardín o terraza tiene forma cuadrada, rectangular, triangular u ovalada, podremos decidir dónde organizar el mobiliario y los diferentes elementos prácticos y decorativos que vamos a colocar.
Si cuentas con un espacio amplio, la vegetación es fundamental para crear un ambiente acogedor y saludable. Elige tus plantas favoritas atendiendo a su especie y necesidades y no dudes en inundarlo todo de verde.
¿Has pensado alguna vez en plantar tus propias frutas u hortalizas? Resulta más sencillo de lo que parece y además de ecológico, es una actividad de lo más entretenida e interesante el cuidar y comer tus propios alimentos.

Para conseguir un clima acogedor, la iluminación es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta. Durante el día la luz del sol hará su trabajo, pero si quieres disfrutar también durante el atardecer y la noche, no dudes en colocar farolillos, lámparas solares o pequeñas luces enredadas entre las plantas.

Por último, no podemos olvidar la importancia del mobiliario que hará del jardín o terraza un espacio completo. Existen varias opciones dependiendo de los metros disponibles. Si deseas aprovechar el espacio al máximo, el mobiliario hinchable ofrece la oportunidad perfecta. Fácil de hinchar y deshinchar, cada mueble puede guardarse cuando no se necesite de forma sencilla y sin ocupar espacio. Sillones para leer, comer o cenar, sofás para descansar o tumbonas para disfrutar de los rayos del sol.

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