Cada año, el cambio de hora de octubre pone punto y final a una época de sol, buen tiempo y ocio al aire libre. Se hace de noche antes, se acerca el invierno.
El otoño ya está entre nosotros y ha llegado tan rápido después de la cuarentena, que a muchos no les ha dado tiempo de despedirse del bañador ni ha hecho un hueco en el armario para guardar las sandalias. ¿Ya? ¿De verdad es de noche cuando salgo del trabajo? Sí, lo sentimos, »the winter is coming».
Muchos agradecen que el final de este caótico 2020 esté cada vez más cerca. Incluso, en las redes sociales adelantan la noche de fin de año (en broma) para fingir que todo esto de la pandemia, el confinamiento y la crisis, ha terminado. Lo cierto es que no tenemos ni idea de cómo será el 2021 como para desear tanto su llegada pero sí sabemos que en el »veinte veinte» ya hemos visto bastante.
El cambio de hora es un pistoletazo de salida hacia la meta de año cumplido y, como siempre, tiene lugar en el mes de octubre. Concretamente, el cambio de hora 2020 tendrá lugar en la madrugada del sábado 25 al domingo 26.
Muchos dispositivos como el ordenador y el móvil la cambiarán automáticamente, pero si cuentas con algún reloj fuera de la red, tendrás que marcar manualmente que a las 03:00 serán las 02:00 horas. ¡Una horita más de sueño para el último fin de semana de octubre!
¿En qué afecta el cambio de hora a nuestro organismo?
Ya son muchos expertos los que aseguran que el cambio de hora sí supone riesgos para nuestra salud. Estudios aseguran que el desajuste horario podría suponer hasta un aumento de la tasa de mortalidad, ya que pueden tener impactos sobre la salud cardiovascular, accidentes cerebrovasculares, salud mental y provocar, incluso, accidentes de tráfico.
Ante esto, lo prudente sería no cambiar nuestras rutinas y acostarnos y levantarnos a la misma hora que tendríamos planeada en días anteriores. En resumen, llevarlo con toda la naturalidad posible.
Falta un mes para poner en marcha el reloj hacia el invierno, pero todavía quedan días de sol que puedes disfrutar en familia y con amigos (siempre guardando las distancias). Y, por qué no, empezar a acondicionar el hogar para tus ratitos acogedores.
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