El sedentarismo es el gran lastre de la sociedad actual. Trabajos en oficinas, medios de transporte en los que viajamos sentados hasta para ir a comprar el pan… Y después, los niños. Cansados tras un largo día de trabajo, pocas fuerzas quedan para pasar tiempo en el parque y muchas veces, pecamos de tener a los peques en casa amarrados a un juguete o a un aparato digital.
Educar a los niños en hábitos de vida saludables es fundamental no solo en términos de alimentación, si no en rutinas diarias que fomenten su actividad física, mental y social. El ocio activo es tan importante en los niños como hacer los deberes. Así aprenden, se desarrollan en el entorno y además, se divierten.
¿Cómo incentivarlo?
Existen varias alternativas para ir combinando diaria y semanalmente con los niños que se pueden adaptar a los horarios del trabajo, de los coles y de las actividades extraescolares.
Caminar
Siempre que puedas, recoge a los peques evitando coger el coche o el transporte público. El paseo del cole a casa ya supone unos minutos de ejercicio (mayores o menos dependiendo de la distancia) que compartir con ellos charlando sobre lo que han aprendido, con quién han jugado o con qué se han divertido más ese día.
Montar en bici
Al igual que ir caminando desde casa al cole y desde el cole a casa, los peques también pueden hacerlo montados sobre un triciclo o una bici pequeña. Así ejercitarán sus músculos, sentirán la autonomía de manejar ellos mismos su propio vehículo y pondrán en marcha sus capacidades motoras y reflejos. ¡Y tú también puedes ir en bici!
Tanto caminar como ir en bici puede hacerse en los trayectos obligados del día a día sin requerir demasiado tiempo extra. Pero además, existen opciones aún más prácticas si tus horarios entre semana son demasiado desbordantes.
Centros de juego
Para interior y exterior, los centros de juego son una opción genial para ofrecer a los peques la oportunidad de moverse, divertirse y sobre todo, de jugar. Pero la pregunta es, ¿puedo tener un centro de juegos en casa?
Y la respuesta es… ¡SÍ!
¡Claro que sí! Centros de juego existen muchos y muy variados. Aunque sabemos que suena a »parque de bolas gigante», que también podría serlo, los hay de decenas de tamaños, formatos y modelos que apenas ocuparán un rincón del cuarto de los peques o incluso, del balcón.
Los centros de juego inflables tienen ciertas ventajas sobre todos los demás, y es que permiten recuperar el espacio en pocos minutos, son blanditos y seguros y componen estructuras muy variadas y divertidas para los niños: cabañas, castillos, rings de boxeo, saltadores, carruajes, iglús…, etc.
Jugar es la forma más saludable de aprender, compartir y sociabilizarse. Tener un centro de juego en casa fomenta la actividad física, ya que son espacios amplios con los que los niños tienen que interactuar y por tanto, moverse y también son una opción perfecta para aprender y divertirse. Además, si tienes más de un peque en casa, en los centros de juego pueden jugar juntos y compartir momentos únicos, y si no, ¡siempre podéis invitar a sus amiguitos!
¡Muy buen blog! Nosotros en casa cada semana buscamos hacer una actividad diferente para que los niños no se aburran y prueben diferentes cosas. ¡Debo decir que están enamorados de los Escape Room, desde que hicimos el primero, cada semana quieren hacer uno nuevo!